
Qué cierto es eso de que el dolor te hace más fuerte, que de todo se aprende, que todo pasa por algo, y que todo vuelve...
Pero también es cierto que es uno mismo el que decide cómo vivir su vida, el que debe elegir si pasa por la vida sólo por pasar, o vive cada minuto como un regalo, como la oportunidad de dejar huella, de hacer algo por el mundo, por la gente o, sencillamente por uno mismo...
Cuántas veces lloramos, nos lamentamos, con razón o sin ella, por cosas grandes o pequeñas, pero lamento al fin y al cabo... Ojalá antes de romper a llorar, antes de la queja, la autocompasión y el reproche nos diéramos cuenta de que cada lágrima es un segundo de felicidad perdida, una oportunidad menos de dar gracias a vida...
Sólo de nosotros depende la felicidad, porque ella es el regalo de Dios cuando llegamos a este mundo, pero es también Él mismo el que nos pone las pruebas que debemos superar para encontrarlo, ese regalo que a veces está a la vuelta de la esquina que quizá nunca doblamos...
Ojala tú encuentres tu regalo, yo estoy tratando...
Loli Gómez.- 22 de noviembre'11