El estilo o nivel de vida de cada uno no lo elegimos, si fuera así todos seriamos casi perfectos, y tendriamos todo lo que quisiéramos y entonces las pequeñas cosas no nos sabrian a nada e incluso la vida nos rodaría tan bien que no nos propondríamos ni metas ni objetivos para lograr, que de ahí es donde viene la valentía y honradez de la persona: el ser pacientes, precisos y muy astutos en todos los desniveles del camino.
Astutos en saber dar la mano a aquel que te la ofreció cuando tus ojos se enrojecían, y en saber cerrar la puerta a aquel que te apuñala cuando te giras y te sonríe cuando le miras.
Un ciego exprime todo el placer que le puede llegar a producir el calor del sol cuando acaricia su cara sin poder observar el amanecer, un chaval en silla de ruedas exprime todo el placer que le puede producir enseñar a su hermano pequeño a andar cuando él no lo puede hacer...la verdad es que muchas veces nos quejamos porque no tenemos otras cosas por las que quejarnos," porqué esta noche el pelo se te ha quedado mal, porque ya no me caben los pantalones de la 36"...y si te digo la verdad me da pena y vergüenza.
Tengas la vida que tengas la adaptación ,la superación y el positivismo es la mejor medicina para esta enfermedad que muchos se quedan en el camino y no saben remediar.
De Jessica Sotos, (mi rubia, mi alumna, y hoy mi amiga, mi familia y alguien a quien querré siempre)
2 comentarios:
ya ves...qué gran verdad!!!muy bueno.
Precioso y muy cierto!!
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